La Agencia Internacional de Energía reportó que las energías renovables son el segundo mayor contribuyente a la producción de electricidad, 22,3 % del total en 2014, detrás del carbón. La hidroelectricidad es la principal, con 73,2 % de las renovables, generando 16,4% de la electricidad.

La solar fotovoltaica experimenta un 44,1% de incremento desde 1990. Unas tasas muy significativas que muestran la tendencia del globo ante la necesidad de reducir la presión sobre el calentamiento por la emisión de gases.

Hoy la mayor parte de la energía que suministra gratis el Sol se desperdiciada. La Tierra recibe 174 000 teravatios de radiación solar en la atmósfera superior, un 30 % es devuelto al espacio, mientras el resto lo absorben nubes, océanos y la superficie terrestre. La mayor parte de la luz solar llega en longitudes de onda visible y en el infrarrojo cercano.

En un año, la energía solar absorbida por la atmósfera, océanos y tierra es de unos 3. 850.000 exajulios (un vatio hora son 3.600 julios). Es más la energía recibida en una hora que la que el mundo usa en un año. Tal es la cantidad que recibe que en un año es el doble de la que se obtendría por todas las formas no renovables combinadas, carbón, petróleo, gas natural y uranio.

Se estima que esa radiación es de unos 1120 vatios por metro cuadrado. Sin nubes, la radiación diaria promedio de la Tierra es de unos 6 kilovatios hora por metro cuadrado.

Esto es lo que trata de aprovechar la energía fotovoltaica, cuyo desarrollo es continuo habiéndose abaratado los costos de una manera que ha incidido en el auge.

Para algunos, es la democratización de la electricidad.

Un estudio de la Universidad de Medellín cita que la tasa de aprendizaje de los paneles fotovoltaicos la estima Greenpeace en 22 %. Quiere decir que por cada vez que se duplica la producción de paneles fotovoltaicos su precio baja en un poco más de 20 %.
Radiación

El suministro a cada panel depende en parte del ángulo del Sol con relación a este, por lo que el diseño es fundamental para aprovechar el máximo. Diferentes entidades mantienen tablas con registros de la radiación en un lapso de varios años. Así, los valores de radiación fluctúan en cada punto de la Tierra, de 800 a 950 kilovatios hora en Noruega a más de 2.900 en Australia para citar dos casos.

El Atlas de Radiación Solar de Colombia, de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), indica que hay buen potencial de energía solar en todo el territorio, con un promedio diario multianual de unos 4,5 kilovatios por metro cuadrado. En La Guajira es de 6, mientras la Orinoquia tiene un poco menos y es un lugar propicio para la generación.

Ese potencial está siendo poco aprovechado. El Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas (Ipse) indica que alrededor del 3 % de la energía en el país es solar. Son solo unos 6 megavatios.

Son soluciones aisladas, en comunidades alejadas, escuelas y últimamente en edificios, centros comerciales, en ciudades, dice Carlos Yepes Vera, director de Exposolar Colombia, la feria que se realizará en Medellín esta semana.

La situación tiende a cambiar con la incursión de nuevos actores tras la ley 1715 de 2014 que generó estímulos para las energías renovables, una manera de enfrentar en mejores condiciones el cambio climático y fenómenos como El Niño que desabastecen los embalses.

Celsia, por ejemplo, construye el primer parque solar en Yumbo (Valle del Cauca), en un área de 19 hectáreas. Otras generadoras como Empresas Públicas de Medellín empiezan a trabajar el tema.

La Ipse instala 500 kilovatios solares en soluciones individuales en zonas alejadas, esperando instalar 20 megavatios en los próximos años.

Una de las dificultades para ampliar la energía fotovoltaica ha sido los costos. Hace 10 años era inviable económicamente, dice Yepes Vera, hoy no.

Análisis sugieren que con una inversión de unos 7 a 10 millones de pesos se puede obtener una solución solar para una vivienda que consume unos 120 kilovatios hora.

Cada solución es individual, pues son varios los factores a considerar. Por ejemplo un montaje de unos 40 millones de pesos para una finca productiva que pague unos tres millones mensuales por electricidad, tendría el retorno de la inversión en menos de tres años.

Con lo que se ahorra en la factura mensual, se paga el crédito con el banco. Y aunque la ley lo permite, todavía en el país no se cuenta con contadores de doble vía, de modo que el sobrante energético de la instalación sea inyectado al sistema interconectado.

Los paneles se pueden colocar donde se requiera. Miden unos 120 por 90 centímetros y un peso de unos 18 kilos. Eso que se debe considerar para montajes en techos.

El mantenimiento es mínimo, lavarlos dos veces al año. La vida útil es de 25 años.

El Sol, una fuente de energía que apenas se comienza a usar en nuestro medio, pero que dados los avances resulta cada vez más atractiva. Una fuente que no se apaga.